A pesar de que nos encontremos en meses de invierno, lo cierto es que el sol continúa siendo un problema en caso de que no tengamos la protección adecuada. Todos sabemos qué debemos hacer para evitar sufrir lesiones en nuestra piel con el sol, pero es posible que no reparemos en que nuestras mascotas también sean vulnerables a la radiación solar.
Ciertos perros, como los perros sin pelo, son especialmente sensibles a las quemaduras solares y a tener cáncer de piel por este motivo, pero lo cierto es que el resto de perros a pesar de tener pelo, también deben protegerse y evitar exposiciones prolongadas al sol.
Existen ciertas zonas como las orejas, la nariz, los párpados o el vientre, que son especialmente susceptibles para sufrir daños por el sol. Por este motivo, es crucial que protejamos a nuestro perro del sol, evitando que salgan las horas de mayor radiación. Además de ello, si los sacamos a pasear, podemos hacer uso de ropa protectora y utilizar cremas protectoras especiales para perros, además de disponer de toldos en los que nuestros perros puedan evitar la acción directa del sol en caso de que contemos con un jardín o terraza.
¿Qué problemas causa la irradiación solar a nuestro perro?
Los perros eliminan el calor a través del jadeo y unas glándulas sudoríparas que disponen en las almohadillas de los pies. Sin embargo, cuando el calor es muy extremo, los jadeos y la sudoración de las glándulas no es suficiente y en este caso, la temperatura del perro aumenta poniendo su salud en grave peligro.
Entre los síntomas más comunes de una insolación en los perros son el jadeo excesivo, apatía, babeo, encías, vómitos, diarrea, movimientos extraños, desmayos y colapsos. En caso de que el perro tenga la imposibilidad de hidratarse sin disponer de un toldo donde ponerse a la sombra, los problemas pueden empeorar.
Cierto es que hay perros que son más propensos a tener una insolación cómo son los blanquicéfalos, los que están gruesos o los que carecen de pelo, pero como dijimos anteriormente, cualquier perro puede padecer insolación.
Afortunadamente, encontramos diversos toldos para proteger a nuestro perro del sol, bien sea los que instalamos en nuestros jardines y terrazas o algunos más específicos donde puedan acomodarse y estar protegidos. Por ejemplo, encontramos en el mercado camas elevadas para que nuestro perro no se encuentre en contacto con el suelo y esté protegido por un dosel que le dé sombra.
Generalmente, son fáciles de montar y transportar y cuentan con marcos de acero que los hacen extremadamente resistentes. En algunos casos, este tipo de toldos son portátiles y son muy ligeros, por lo que podemos llevarlos a cualquier sitio donde vayamos con nuestro perro.
Encontramos toldos con protección elevada contra la radiación ultravioleta, con marcos de acero y rejillas que son capaces de aportar hasta varios metros cuadrados de sombra. Es especialmente destacado para los animales que son extremadamente grandes para que puedan protegerse en su totalidad. También encontramos toldos a modo de cenador, que son plegables y además impermeables.
Generalmente son fáciles de montar y desmontar y cuentan con una protección solar muy elevada. Son estables y resistentes, por lo que ante las inclemencias del tiempo no tendrán problema de resistir.
Respecto a qué debo hacer si los perros sufren insolación, lo mejor es llevarlos a un lugar seguro, sacándolos del lugar soleado y llevándolos a una zona de sombra proporcionada bien por el toldo o dentro de casa. Jamás se debe dejar el perro en el coche aparcado al sol porque podría sufrir mucho por el calor acumulado.
Tampoco debemos medicarlo para bajar la temperatura, puesto que hay medicamentos que son muy tóxicos. Deberíamos consultar siempre al veterinario. También es importante poner al perro en la bañera y utilizar una manguera para mojar ligeramente al perro.
Lo mejor es utilizar agua fría que no esté helada para bajar la temperatura. También podemos utilizar la alcachofa de la ducha para regar poco a poco a nuestro perro con sumo cuidado y si el perro está inconsciente, nos aseguraremos de que el agua no le entre en la nariz ni en la boca.
En caso de no poder sumergir al perro en el agua ni tener ducha o manguera, podemos mojar una toalla y ponerla en su espalda y cambiarla regularmente. Lo mejor es mojar todo el cuerpo del perro especialmente la parte posterior de la cabeza y del cuerpo, pero es importantísimo no sumergir la cabeza.
Con cuidado, mantenerlos elevados para evitar que respiren agua en sus pulmones. Para proteger al perro del sol deberemos evitar las horas de mayor radiación, proporcionar sombra a nuestro perro gracias a los toldos, utilizar ropa protectora durante todo el año, limitar los baños solares incluso durante los meses de invierno y utilizar un protector solar para perros específico.
Un toldo que proteja el perro de la radiación es una idea excelente para pasar tiempo al aire libre con él sin que pueda sufrir ninguna quemadura
Ciertos perros son especialmente sensibles al sol, pero es importante que también se puedan beneficiar de los beneficios que proporciona el sol en pequeñas cantidades. Si utilizamos un toldo grande, también nos protegerá a nosotros y a la familia.
En caso de que el espacio al aire libre cuente con hierba, es mejor para el perro porque está fresca y el terreno es el adecuado para que pueda caminar sin dañarse las patas. Algunas personas no tienen posibilidad de disfrutar del césped y colocan una alfombra en el patio por el que los animales caminan fácilmente sin quemarse en las patas. En casa, de contar con ventilador, podemos utilizarlo para crear una pequeña brisa en el área sombreada que ayudará a nuestro perro a regular su temperatura los días en los que haga un poco más de calor.